A pesar de las campañas de sensibilización, de los controles de velocidad y de los, cada vez mayores, radares, el exceso de velocidad continúa siendo la principal causa de mortalidad en accidentes de tráfico.
El exceso de velocidad entraría dentro de los factores humanos causantes de los accidentes de tráfico, junto a conducir bajo los efectos del alcohol, entre otros. Aunque factores mecánicos, como el más estado del vehículo, o ambientales, como el estado de las carreteras, también influyen.
El exceso de velocidad causa cientos de fallecidos anualmente, tan solo un incremento en la velocidad del 5% supone un incremento en la mortalidad del 20%. Disminuir esta velocidad podría llegar a suponer salvar un cuarto de las muertes anuales en accidentes de tráfico.
El exceso de velocidad en nuestras carreteras continúa siendo uno de los grandes problemas de mortalidad, por ello, las campañas de sensibilización tan comunes durante los periodos vacacionales tienen el propósito de concienciar a la población acerca del peligro que supone superar los límites de velocidad establecidos.
Ya sea por las prisas o por considerar inadecuados los límites de velocidad establecidos, el exceso de velocidad es el principal factor de mortalidad en nuestras carreteras. Los radares están resultando una gran medida preventiva, un control de velocidad que está logrando la disminución de conductores que arriesgan sus vidas por exceder los límites de velocidad.
Hay que tener en cuenta que cuanto más se supere la velocidad marcada es mayor el riesgo de mortalidad, además de ser menos controlable el vehículo y más difícil frenar a tiempo. El aumento de los viajes por carretera hace que los controles de velocidad se vuelvan indispensables durante fechas festivas.
Conduce a la velocidad marcada, cumplir con los límites puede reducir drásticamente la mortalidad en carreteras.