El hecho de que el ruido excesivo acaba generando transtornos, es el fundamento sobre el que se basan la mayoría de las penas, además de delitos contra el medio ambiente.
La Audiencia Provincial ha condenado a tres años y medio de prisión al dueño de un pub por exceso de ruido y perjudicar la salud de la familia que vivía encima del local.
Debido al ruido de la música demasiado alta la familia decidió presentar una denuncia, que no obtuvo resultado hasta que llego a una cuantía de 30 denuncias presentadas hasta el Ayuntamiento, lo que se tradujo en un expediente.
El empresario ya ha ingresado en la cárcel a raíz de la resolución del tribunal, que justifica la pena de prisión en la consecuencia de los ruidos emitidos, un riesgo para la salud de la familia que vivía encima del negocio.
Cuando el empresario decidió abrir el pub Dragón en Brunete, un pequeño pueblo en la localidad de Madrid, el ruido de la música comenzó. Tras un análisis por un perito observaron que el equipo de música estaba desactivado a voluntad, por lo que el ruido acababa superando los 100 decibelios en el local, siendo 46 en el domicilio. Esto supuso la base de la declaración que alegaba trastornos de sueño, ansiedad e insomnio en la familia derivados de este ruido y certificados por informes médicos
El Juzgado de los Penal condenó al dueño del pub Dragón a cuatro años y tres meses por delito contra el medio ambiente y tres años más por lesiones causadas a la familia. Finalmente la Audiencia Provincial declaro como resultado tres años y medio de prisión.
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